MALOS HABITOS que DEBES EVITAR

Todo el mundo tiene un mal hábito. Algunos pueden parecer inofensivos o extravagantes, pero otros pueden ser un verdadero obstáculo para tu salud y bienestar.
A continuación te presentamos algunos malos hábitos comunes que deberías dejar de lado de inmediato para ser más feliz y tener una vida más saludable:

1. Acostarse tarde.

Tanto si trabajas a tiempo completo como si te quedas en casa con tus hijos, lo más probable es que tengas que ser un ser humano funcional antes de las 9 de la mañana.

Si estás acostumbrado a ser un búho nocturno, empieza a acostarte gradualmente más temprano. Empieza por apagar la televisión o dejar el libro 30 minutos antes de lo habitual.

Si quieres tener una vida más feliz y larga, dejar este mal hábito es más que necesario. La falta de sueño puede acarrear graves problemas de salud física y mental, además de volverte muy improductivo y malhumorado.

2. Rodearte de personas equivocadas

La gente equivocada son los desalentadores, la gente falsa, los pensadores negativos, esas personas que te hacen sentir mal por ser tú mismo. Este tipo de personas están en todas partes, pueden estar en cualquier lugar de la escuela o el trabajo, o incluso algunos familiares cercanos y amigos.

La negatividad es contagiosa, y la gente negativa te deprime, y esto afecta a tu humor. Pueden tener efectos increíblemente negativos sobre tu salud y tu éxito en general. Las amistades tóxicas destruyen tu autoestima y la confianza en ti mismo.

Tus amistades, como todo en tu vida, necesitan ser actualizadas. Necesitas reevaluarlas de vez en cuando y determinar si siguen aportando positividad a tu vida.

Una cosa que debes saber es que tus amigos deben sacar lo mejor de ti. Si estás rodeado de gente que saca lo peor de ti, entonces esa amistad en particular no encaja en tu vida. No los necesitas.

Los verdaderos amigos son los que se atreven a decirte cuando estás perdiendo el rumbo, para ayudarte a motivarte y estar ahí cuando lo necesites. Se adelantan para tener esas conversaciones difíciles que la mayoría de la gente evitará. Así que elige tu compañía sabiamente. Tu dirección en la vida depende de ello.

Sólo serás tan grande como la gente de la que te rodeas; así que sé valiente y deja ir a aquellos que te hacen caer.

3. Quejarse demasiado.

Es fácil quejarse, y es difícil encontrar lo bueno en una situación desfavorable. Aunque no sea intencionado, quejarse es terrible para la salud y las relaciones.

Para empezar a dejar de quejarse demasiado, identifica lo que realmente te molesta. ¿Existe una razón válida para que estés enfadado, frustrado o triste? ¿O sólo te quejas por quejarte? Una vez que hayas determinado la causa principal, puedes empezar a controlar y hacer un seguimiento de tus quejas para ver con qué frecuencia se producen y qué las desencadena.

Por ejemplo, si crees que no estás pasando suficiente tiempo de calidad con tu familia, tienes que evaluar tu situación laboral y pueden idear soluciones como establecer un horario de trabajo más duro o pedir un horario flexible. También deberías empezar a alejarte de las personas y los entornos negativos.

Y lo más importante, céntrate en las soluciones. Quejarte de una situación o persona concreta no va a hacer que desaparezca. Seguirá estando ahí mañana, y al día siguiente, y al siguiente. La única manera de hacer que desaparezca es actuando.

4. Ignorar tu salud financiera.

Los problemas de dinero tienen muchos efectos secundarios negativos en tu salud física y mental. El estrés financiero puede contribuir a la presión arterial alta, a la sensación de depresión, al insomnio, a los dolores de cabeza, a los problemas digestivos, al dolor crónico, a las úlceras y al abuso de sustancias.

Si tienes problemas para gestionar tus finanzas o gastas más de la cuenta, no te avergüences de buscar asesoramiento financiero.

5. No tomarse en serio el estrés.

A menudo ignoramos el estrés o fingimos que nada nos afecta. Pero el estrés puede ser horrible para tu cuerpo. Muchas investigaciones han demostrado que el estrés contribuye a la hipertensión, los problemas cardíacos, el aumento o la pérdida de peso, los problemas de sueño, la irritabilidad y los problemas de concentración en el trabajo.

Hay muchas cosas que puedes hacer para controlar el estrés: meditar, hacer ejercicio, practicar yoga o ir a un spa. Siempre hay que sacar tiempo para desestresarse.

6. Decir «sí» a todo.

Está bien decir «no». Muchos desconocen este hecho y piensan que cuando lo niegan es de mala educación.

Piensa primero en ti cuando no te apetezca decir que sí. Cuando dices que sí a alguien, aunque no te apetezca decirlo en primer lugar, te estás robando la posibilidad de ser feliz por tu propio bien. En su lugar, estás pensando en los sentimientos y opiniones de otra persona.

Eso no debería ser así, por cierto. No has nacido para depender de la aprobación de la gente, y tampoco estás aquí para complacer a todo el mundo.

Si te quieres a ti mismo, y tu salud y tu tiempo te importan de verdad, aprende también a decir «no». Especialmente cuando ni siquiera beneficia a tu futuro yo, sino al contrario.

El autocuidado no es ser egoísta en este contexto, es más bien amor propio y autodeterminación para hacer lo mejor para ti.

7. Revisar constantemente las redes sociales.

No hay nada malo en mantenerse al día con los amigos a través de las redes sociales. Sin embargo, cuando empiezas a volverte adicto a las redes sociales y te encuentras refrescando tus noticias cada 15 minutos, puede haber algunas consecuencias graves.

Un estudio ha informado de que el uso simultáneo de varias redes sociales hace que los usuarios sean más propensos a declarar sentimientos de ansiedad o depresión.

Cuando las personas empiezan a compararse con lo que ven en las redes sociales, pueden intentar cumplir expectativas poco realistas. Esto puede tener un impacto en el bienestar mental de una persona de varias maneras.

Por ejemplo, puede hacer que las personas experimenten mayores niveles de inseguridad en sí mismos, inseguridad en la imagen corporal, sentimientos de ansiedad, y una baja autoestima.

8. Procrastinar

¿Tienes la costumbre de postergar las tareas? conocido como el hábito del mañana, procrastinar consiste en aplazar tareas sencillas para más adelante. Por lo general, cuando retrasamos cosas sencillas en lugar de hacerlas de inmediato, acaban por olvidarse.

Nuestro éxito también depende de nuestra actitud ante las cosas pequeñas, ya sea una tarea o un logro. Así que, si no puedes hacer las cosas sencillas de inmediato, ¿cómo vas a tener éxito en los logros más importantes de la vida?

9. Consumir vicios

Cuando el camino se pone difícil, tendemos a recurrir a vicios como fumar, beber o apostar. Alivian el dolor o lo que sea que estés sufriendo, pero sólo duran poco.

Cuando no encuentras el sentido de todo, las distracciones no son la respuesta; sólo te impiden enfrentarte a la realidad y afrontar el problema de frente.

Cuanto más te entregues a los vicios, los escondas y alimentes a esa bestia que llevas dentro, más difícil será controlarla.

¿Cómo puedes luchar con tus impulsos hacia estos hábitos poco saludables? O los mantienes o te deshaces de ellos. Si eliges lo primero, asúmelo y afronta las consecuencias.

10. Comer muy tarde en la noche

Hay un par de razones por las que deberías pensar en adelantar la hora de la cena. Los investigadores sospechan que el mayor lapso de tiempo entre las comidas permite al cuerpo procesar los alimentos de forma más eficiente. Hay algunas investigaciones sobre el ayuno intermitente, en el que se espacian las comidas y se come en un intervalo más corto, que sugieren que puede ayudar a perder peso.

Otra razón es que puedes dormir mejor: según los Institutos Nacionales de Salud, las comidas nocturnas pueden causar indigestión que interfiere con el sueño.

Además, la mayoría de nosotros no comemos zanahorias y manzanas a altas horas de la noche, sino que buscamos alimentos que no son necesariamente las opciones más saludables.