Soy un fracaso. En el sentido más estricto de la palabra. He fracasado repetidamente. Y seguiré fracasando. Pero por mucho que el fracaso duela. Por mucho que nos haga querer gritar de terror o correr por nuestras vidas, es la fuente de las mayores lecciones de la vida.
¿La verdad? He aprendido más del fracaso que de cualquier otra experiencia en la vida. Ningún tipo de educación paterna, orientación comunitaria o consejo de los compañeros puede sustituir a las lecciones que se obtienen del fracaso. Ninguna.
Si tú mismo has fracasado, sabes exactamente a qué me refiero. Se aprende. Creces. Maduras. Te conviertes en una mejor versión de ti mismo. Ocurre de forma natural, gradual y, a veces, repentina.
Pero cuando estás vadeando el fracaso, no estás pensando en las posibles lecciones que aprenderás de uno de los antagonistas interiorizados más violentos y discordantes de la vida. No. Estás pensando en el dolor. Un dolor profundo e insondable.
Quizá por eso el miedo al fracaso es a menudo más doloroso que el propio fracaso. No sólo lo evitamos como si fuera la peste, sino que literalmente nos jugamos nuestra supervivencia. Y ese es el paradigma con el que todos vivimos: evitar el dolor y buscar el placer.
Sin embargo, no hay mayor bien que el propio fracaso. Por extraño que parezca, por muy tabú que sea en nuestra sociedad, si has experimentado un fracaso desgarrador y has salido a las orillas de la esperanza, te ocurre algo inexplicable.
Hay un elemento de crecimiento y comprensión que simplemente no se puede experimentar de ninguna otra manera. El hecho es que las personas más exitosas del mundo han soportado los mayores fracasos. Pero nunca se rindieron. Y ese es el truco.
Aunque el fracaso puede enseñarte cientos (si no miles) de lecciones cruciales en la vida, sólo hay 17 lecciones básicas que te ayudarán a ser mejor persona, más capaz de tener éxito en la siguiente ocasión. Y cuanto mejor puedas utilizar la experiencia del fracaso en tu beneficio, más capaz serás de triunfar a largo plazo.
#1 – Te hace más humilde
El fracaso es una de las experiencias más humildes de la vida. Hace añicos el ego, obligando a la reflexión y a la contemplación. Y esa humildad nos permite buscar nuevos entendimientos y caminos hacia el logro de nuestros sueños, permitiéndonos corregir los errores que resultaron en el fracaso en primer lugar.
#2 – Te obliga a profundizar
Cuando fracasas, te ves obligado a profundizar. Te ves obligado a mirar dentro de ti e identificar los patrones que podrían haberte hecho fracasar en primer lugar. Es a través de ese análisis que nacen nuevos planes que nos permiten superar los obstáculos que nos frenaron en el pasado.
#3 – Descubres un nuevo significado
El fracaso te obliga a descubrir un nuevo significado ante la derrota. Te obliga a contemplar tus razones para querer las cosas en primer lugar. O bien significa lo suficiente para ti como para avanzar, o se queda corto, lo que te obliga a abandonar y rendirte. Como suele decir Tony Robbins, el significado es lo primero, las respuestas son lo segundo.
#4 – Te vuelves más empático
Es fácil sentir simpatía por los demás. A menudo es porque sentimos lástima. Pero cuando fracasas, y experimentas esos bajos fondos, puedes empatizar mejor. Te relacionas a un nivel más profundo porque has estado allí, y eso cambia las cosas en tu mente, dándote más compasión.
#5 – Te vuelves más ingenioso
Una de las mayores lecciones de la vida que se aprende a través del fracaso es la capacidad de volverse más ingenioso con lo que se tiene. Se aprende a buscar los recursos adecuados para sacar adelante las cosas. A menudo, esto es a través de la desesperación en lugar de la inspiración, pero tiene un impacto duradero en la mente.
#6 – Se aprende a sobrellevar mejor la situación
Mentalmente, espiritualmente, emocionalmente e incluso físicamente, el fracaso es debilitante. Pero a través del fracaso, se aprende a afrontarlo. Te endureces y te vuelves firme, capaz de ver el proverbial bosque a través de los árboles. A medida que las emociones van y vienen como las olas que golpean la orilla, eres más capaz de dejar que simplemente se desprendan de ti en lugar de que te afecten profundamente.
#7 – Dominas la gestión del tiempo
El tiempo es el mayor ecualizador de la vida. Todos tenemos la misma cantidad de tiempo, independientemente de quiénes seamos. Ninguna cantidad de éxito, dinero o estatus cambia eso. Lo que se llega a comprender a través del fracaso es que tienes que gestionar tu tiempo o él te gestionará a ti. Poner en práctica estrategias eficaces de gestión del tiempo para inculcar la eficiencia y mejorar los resultados.
#8 – Te conviertes en un mejor planificador
La creación de un plan de acción masivo para lograr sus objetivos es fundamental para el éxito. Cuando fracasas, una de las lecciones que sueles aprender en la vida es cómo convertirte en un mejor planificador. No cambias tus objetivos. Mejoras tus planes. Afinas tu enfoque y encuentras formas de alcanzar tu objetivo mejorando las estrategias y técnicas anteriores.
#9 – Usted revisa sus hábitos
Los hábitos constituyen aproximadamente el 45% de nuestro comportamiento diario, según un estudio. A través del fracaso, miras tus hábitos en retrospectiva. Encuentras formas de eliminar los malos hábitos y de mejorar añadiendo buenos hábitos a la mezcla, lo que te permite alcanzar tus objetivos más fácilmente.
#10 – Pones la felicidad en perspectiva
A través del fracaso, una de las lecciones de vida que aprendes es a poner tu felicidad en perspectiva. Te das cuenta de que la felicidad es un estado del ser y no un destino. Aprendes a mirar las cosas en perspectiva para entender que nunca puedes llegar a la felicidad, sólo abrazarla en el momento presente.
#11 – Aprendes a ser agradecido
Algo extraordinario ocurre cuando fracasamos. Nos damos cuenta de que tenemos mucho que agradecer. Aunque no alcancemos nuestros objetivos, al final nos llenamos de un sentimiento de gratitud por lo que tenemos y no por lo que nos falta. Es un paso importante en el viaje general.
#12 – Manejas mejor el dinero
Es fácil endeudarse y abusar de nuestras finanzas. Es sencillo gastar y no prestar atención a dónde estamos financieramente. Pero cuando fallamos, una de las mejores lecciones que aprendemos es cómo mejorar nuestras finanzas. Mejoramos la gestión de nuestro dinero, el ahorro e incluso la inversión.
#13 – Aprendes a ser agradecido
Cuando fracasamos ocurre algo extraordinario. Nos damos cuenta de que tenemos mucho que agradecer. Aunque no alcancemos nuestros objetivos, al final nos llenamos de un sentimiento de gratitud por lo que tenemos y no por lo que nos falta.
#14 – Descubres a tus «verdaderos» amigos
Aunque al principio es descorazonador, cuando fracasas, te das cuenta de quiénes son tus verdaderos amigos. Los llamados amigos falsos están ahí durante los buenos tiempos, pero desaparecen cuando las cosas se tuercen. Saber en quién puedes confiar tanto si vuelas alto como si fracasas es una lección de vida muy valiosa.
#15 – Aprendes a abrazar tu fe
A través del fracaso, aprendes a abrazar tu fe. Te apoyas en tu Poder Superior, sea lo que sea que eso signifique para ti hoy. Ya sea Dios, Alá, Buda o simplemente la unidad universal que nos une a todos. Te diriges a él. Le permites que te consuele. Y te guía a través del dolor.
#16 – Buscas inspiración
Una vez que el dolor de un fracaso ha remitido, solemos recurrir a fuentes de inspiración. Leemos, vemos vídeos y buscamos respuestas acudiendo a otros que nos han precedido para ser testigos de las luchas que tuvieron que superar. Esta es una de las fuentes más poderosas de motivación a través de la historia inspiradora de otros.
#17 – Aprendes a ser perseverante
Cuando experimentas la montaña rusa del éxito y el fracaso, captas ciertos patrones de comportamiento autolimitante. Esto te permite profundizar y crear una mentalidad persistente. Aprendes a no aceptar un «no» como respuesta y a seguir empujando hasta alcanzar tus sueños.