Las personas verdaderamente tóxicas contaminarán a todos a su alrededor, incluido usted si se lo permite. He aquí cómo manejar a estas personas con madurez.
CONSEJO #1 – Limite sus conversaciones con gente tóxica.
El primer límite saludable es ser consciente de tu propio tiempo. Por lo tanto, siempre es bueno tener a mano unas pocas y genuinas «líneas de salida», para salir de la energía.
Ejemplos:
- Debería volver a hacer x, ¡vamos a ponernos al día en otro momento!
- Odio interrumpir esta conversación, pero si no me voy ahora, voy a llegar tarde. (No tienes que especificar para qué, si no tienes una actividad inmediata)
- Oye, ¿puedo alcanzarte más tarde? Tengo que irme ahora. (De nuevo, no se requieren detalles)
CONSEJO #2 – No seas grosero, sólo desinteresado.
No soy fanático de bloquear o ignorar a nadie, por la simple razón de que no estás aprendiendo a defenderte resistiendo esta energía que viene hacia ti; en realidad estás huyendo del problema. Y estás obligado a manifestar otro encuentro tóxico peor que éste hasta que empieces a tomar medidas de autopreservación.
Mi consejo es que las respuestas de una palabra/cortocircuito son tu manera de cumplir con tu cortesía humana mientras que gradualmente haces obvio que esta conversación no lleva a nada.
CONSEJO #3 – Sé honesto.
A veces, una persona que no entiende el mensaje necesita que se le diga por adelantado que no estás interesado en seguir lo que sea que estén tratando de seguir contigo. Le estás haciendo un favor a ambas personas al decir tu verdad.
De nuevo, no seas grosero. Un simple «Gracias por tu interés y esfuerzo pero no creo que resuene contigo, y sería más saludable para ambos dar unos pasos atrás para respetar el espacio del otro».
No tienes que soportar la dureza que viene después de eso. Si eres educado y directo, tu acción está hecha. La reacción no puede y no debe ser pacificada por ti.
CONSEJO #4 – No alimente a la gente tóxica.
Si necesitas sacar a alguien de tu vida por su comportamiento tóxico, del que a menudo puede parecer incauto, lo mejor que puedes hacer es no estar disponible para sus planes. Ya sea que estén sugiriendo un viaje juntos, o un simple café, es tu responsabilidad desentenderte.
Y no estar disponible sin sentirte culpable por ello y ceder. Sí, lo sé, no es fácil decir siempre que no, así que aquí hay un par de respuestas para ayudarte a aprender a decir NO.
- No me gusta hacer eso, pero ¿por qué no sigues adelante? ¡Y pásalo bien!
- No podré hacerlo, ¡pero gracias por preguntar! (No se requiere explicación)
- Tal vez la próxima vez. (si ambos están en persona cuando se les pregunta, empiecen con una pausa y terminen con una sonrisa).
Esto también puede ser cierto para los chismes: no estés disponible y no lo alimentes. A veces la gente chismorrea «por diversión». Pero, si estás tratando de abstenerte de esas vibraciones, lo mejor que puedes hacer es volverte pasivo en la conversación. Y, aún mejor si eres capaz de cambiar el tema a otra cosa!
Consejo #5 – Suaviza la oportunidad.
Por último, entiendo que no siempre es posible acortar la conversación, o rechazar el tiempo, pero siempre hay maneras de suavizar la oportunidad.
- Haga compromisos más cortos si es necesario salir. Puedes hacer esto mejor, si tienes un horario que te respalde. En otras palabras, otro compromiso que sigue a este corto encuentro.
- En lugar de planes que requieren mucha comunicación, planifica algo menos invertido, como una película o un concierto. O en lugar de un almuerzo, reúnanse para tomar un café.
- Sugiere algo más, en un momento diferente. Ambas cosas son más agradables para ti. Siempre me gusta pensar, que si eres capaz de disfrutar de tus términos, es la mitad de menos tóxico.
- Intenta incluir más personas mutuas en el plan que puedan disipar el efecto de la toxicidad que experimentas.