Cómo dejar ir el pasado y EMPEZAR A VIVIR tu vida de nuevo

Hoy quiero mostrarte cómo puedes dejar ir cualquier cosa del pasado que sigue impactando tu vida. Quiero contarte cómo puedes presionar el botón de «reiniciar» y comenzar a vivir tu vida de nuevo, sin resentimiento, enojo o conversaciones autodestructivas que sigan dando vueltas en tu cabeza.

1) Tu pasado no es quien eres

Tu pasado no te define. No importa lo que haya pasado, no eres tu pasado. No eres tus errores. No eres tus accidentes. Y aún más, definitivamente NO eres lo que otras personas te han hecho, o cómo te han tratado.

Tú eres tú. Incluso si tu pasado fuera mágicamente eliminado hoy, seguirías siendo tú. Claro, perderías tu llamada «identidad», pero en última instancia, hay más en ti que sólo tus experiencias pasadas.

El verdadero tú – tu conciencia o tu alma (puedes llamarlo como prefieras) no puede ser afectado por lo que ha pasado. Aquí está el porqué.

2) El pasado es sólo una ilusión

Esto puede sonar complicado, pero si lo piensas bien, todo lo que pasó en el pasado es sólo una ilusión ahora. El pasado ya no existe, sólo los recuerdos, o la información recogida (documentos, fotos) son una forma de rastros del pasado. Pero no puedes volver al pasado, no puedes cambiarlo, no puedes tocarlo, sólo puedes pensar en él.

Si el pasado es sólo una ilusión… ¿Tiene sentido asociarse con algo que ya no es real? Claro, tal vez tengas que lidiar con los ecos del pasado, por ejemplo, pagar una vieja deuda que fue un error de tu juventud. Pero el hecho de que hayas pedido dinero prestado sin pensar ya es pasado – una ilusión – y pensar en ello, rumiar y mantener una autocomplacencia negativa sobre ello es casi una locura.

Cómo dejar ir todo

Si quieres vivir tu vida de nuevo, empieza un nuevo libro de tu vida, deja de estar encadenado por el resentimiento y la ira, trata de dejar de identificarte con la ilusión del pasado.

La forma más simple de dejar ir el pasado es a través de la aceptación. Acepta todo lo que pasó, sin importar lo desagradable que fue, acepta que te pasó a ti pero rehúsa seguir afectado por ello.

La aceptación no significa que te rindas, o que justifiques las cosas malas que pasaron o que otras personas te han hecho. Pero te da la libertad de decidir si todavía quieres que esos recuerdos tengan control sobre tu vida.

No es algo que ocurra de la noche a la mañana. Probablemente tomará tiempo y algo de trabajo contigo mismo pero es un viaje que vale la pena hacer.