8 consejos para DEJAR DE PROCRASTINAR definitivamente

La procrastinación se ha definido como “la evitación de realizar una tarea que debe realizarse en un plazo determinado.»

También se podría afirmar como un retraso habitual o intencional de comenzar o terminar una tarea a pesar de saber que podría tener consecuencias negativas

Aquí hay 5 consejos sobre cómo detener la procrastinación que pueden ayudarlo a salir de la parálisis y comenzar a producir en su punto máximo.

Planea todo tu día la noche anterior

La mejor decisión que puedes tomar para evitar la procrastinación es planear tus días por adelantado.

Por ejemplo, cada noche, antes de acostarse, anota tu plan para el día siguiente. Este plan debe tener un día bien planeado, hora por hora, para que puedas tomar el control total del día para maximizar tu productividad.

Por lo tanto, dejara de postergar las cosas reduciendo el número de decisiones que debe tomar durante un día determinado, tomando esas decisiones con anticipación, y evite que agoten su energía pensando en si debe o no hacerlas.

Crear sólo unos pocos objetivos clave para el día

Haz sólo 2 o 3 cosas clave que necesites hacer durante el día. Ser productivo no significa estar ocupado con muchas tareas. Significa ser capaz de lograr un cierto objetivo importante en un cierto tiempo.

Si llenas tu lista de tareas con muchas, la lista no sólo te intimida, sino que también te da ganas de marcar los puntos de la lista.

Esto hará que vayas a por las tareas menos importantes pero más fáciles de hacer sólo para poder marcarlas y tener la sensación de ser productivo cuando en realidad, no estás consiguiendo mucho.

Es mejor tener sólo 2-3 grandes objetivos y ejecutarlos hasta el final. De esa manera, no te sientes intimidado por tu lista y no lo pospones.

Incluir descansos en tu día

También es muy importante incluir descansos en tu día. No es posible trabajar todo el día, por lo tanto, planifica tus descansos.

Dedique algo de tiempo no sólo para la pausa del café y las comidas principales, sino también para navegar por Internet o dar un paseo.

Esto te hará productivo porque refresca tu cerebro. Entonces dejaras de posponerlo porque sabes que llegará el momento de descansar.

Deshazte de las distracciones de tu entorno

Elimina todas las distracciones que desencadenan tus hábitos de procrastinación en primer lugar.

Si no puedes trabajar con la televisión encendida, apágala. Si tu teléfono móvil te molesta, guárdalo o ponlo en modo silencioso para que no escuches notificaciones de textos y correos electrónicos.

Para evitar las demoras, debes ser disciplinado y centrado. Posponga todas sus actividades de ocio para más tarde y cree un ambiente y una atmósfera que grite… ¡A trabajar!

Prométete una recompensa

Promete que te darás una recompensa cada vez que completes un día de trabajo con éxito. Esto podría ser ver tu programa favorito, comer una rebanada de pastel, una taza de café o lo que te haga feliz.

Sólo asegúrate de hacerlo para que tu mente pueda disfrutar de las recompensas de terminar una o varias tareas.

Concéntrate en el «largo plazo»

Da importancia a cada tarea que tengas que hacer. Si lo estás postergando porque encuentras una tarea desagradable, intenta concentrarte en el «largo plazo».

Por ejemplo, si eres escritor, y te has comprometido a escribir 10 páginas en un día, trata de imaginarte cómo se verá NO escribir 10 páginas en un día después de 10 días.

Si escribes sólo 2 páginas porque lo postergas, al final de 10 días, sólo habrás logrado «2 días de trabajo» sólo en un plazo de 10 días.

Esto puede resultar en frustración y pérdida de motivación.

Motivarse y aprovechar el día

Empieza por escuchar algo de motivación cada día, tal vez una canción, un podcast o lo que sea que te motive por tan sólo 10 minutos en un día.

Esto te ayuda a impulsarte y ayuda a tu mente a lograr más y más durante el día.

Audita tu día

Al final de tu día, audíciate a ti mismo y mira cuánto has conseguido. Si no completó sus tareas debido a la procrastinación, determine qué lo hizo procrastinar para no repetir los mismos errores.

Si lograste todo, estudia los métodos exactos que hicieron que tu plan funcionara para que puedas recrearlo para los días siguientes.

Si sigues estas sugerencias, te asegurarás de vencer el hábito de la postergación y lograr tus objetivos.