Aquí hay 6 señales de que estás madurando:
1. La capacidad de escuchar a los demás:
Escuchar a alguien es un arte que dominamos. Para ser un buen oyente, necesitas estar en silencio y dejar que los demás hablen. Debes estar con la persona y concentrarte en lo que dice en vez de pensar en la ropa que lleva puesta o dejar que tu mente se desvíe hacia otra cosa.
No juzgas a la persona e independientemente de su edad, le das tu tiempo, hablando sólo después de que haya terminado. Esto es un signo de madurez porque sólo podrás responder honestamente si escuchas con toda la atención.
2. Paciencia:
Con el aumento de los desarrollos tecnológicos, estamos viviendo una vida muy rápida. Queremos que todo esté al alcance de sus manos. Si sucede de otra manera, nos volvemos inquietos. La espera es algo que se aprende a medida que maduramos.
Cuanto más creces, más aceptas las cosas y situaciones que no controlas. Entiendes que la inquietud o la preocupación no harán nada bien. Así que esperas pacientemente sin crear ningún caos extra.
3. Aceptando que las cosas cambian y dejando ir la estabilidad:
Nuestra vida está en constante cambio y la mayoría de nosotros tiene dificultades para lidiar con los cambios. Con la edad, te das cuenta de que todas las cosas no pueden seguir su camino. La vida es impredecible y si no te ajustas a los cambios, pierdes lo mejor de la vida.
Haces planes y sueñas con ellos, pero también sabes que pueden no funcionar. Poco a poco empiezas a dejar ir tu estabilidad y a estar en paz con los cambios, con esta incertidumbre de la vida. Sí, esto es una señal de que estás madurando.
4. Dejando de lado las expectativas:
En el momento en que dejas tu estabilidad y aceptas el hecho de que la vida cambia de repente, dejas de esperar de las personas y las situaciones. Ya no te sientes herido si no eres correspondido, no te quejas de que alguien esté haciendo algo que va en contra de la moral.
No te excitas por las reacciones de la gente y el cambio de situaciones. Estás madurando con el tiempo.
5. Tener una comprensión más profunda del «amor»:
La gente pasa por muchos rompecabezas a su corta edad para entender lo que es realmente el amor. Cuando maduras, el amor se convierte en una «elección» para ti, no en una necesidad. Vas más allá de las atracciones físicas y las pequeñas charlas te repugnan.
Respetan a su pareja como un individuo. Todos los rompecabezas y malentendidos te han enseñado a ajustarte a la relación sin causarte daño a ti mismo. Sabes que el amor no es un estado sino un trabajo que necesita compromiso, tiempo, comprensión y respeto.
6. Liberación de la auto-importancia:
A medida que una persona madura, se da cuenta de que el mundo no está centrado en ella. Se dan cuenta de que son lo que son, entienden sus fortalezas y debilidades, sus limitaciones y defectos. No se aferrarán a algo que no les gusta. Aceptan sus errores y avanzan hacia la positividad con lo que tienen.
No les importa quién crea en ellos y quién no, quién los ama y quién no, quién confía en ellos y quién no. No buscan la validación de nadie más que de sí mismos. Y así es como maduran.