No importa el tipo de objetivos que tengas – profesionales o personales – necesitas estar lo suficientemente motivado para alcanzarlos. Después de que el deseo inicial de alcanzar tu meta se desvanece, se hace un poco difícil mantenerse en el plan y seguir adelante cada día sin renunciar a tu sueño. Esta es la razón principal por la que es tan importante dar forma a tus pensamientos y aprender a mantener ese deseo y motivación ardiendo.
1) Hacer una «Lista de cambios»
Probablemente hay muchas cosas que quieres lograr o cambiar en tu vida. Para que las cosas sean claras y sencillas, haz una lista de todas las metas que quieres alcanzar y llámala «Lista de cambios».
Todo el proceso de escribir y numerar tus ideas las hace un poco más reales que un simple pensamiento. También es una gran idea colgar ese pedazo de papel en algún lugar que puedas ver, porque te recordará constantemente lo que quieres cambiar en tu vida.
2) Destacar las razones por las que quieres lograr tus objetivos
Para mantenerse motivado para alcanzar cualquier objetivo, debe tener claro POR QUÉ exactamente quiere alcanzar ese objetivo. Si no puedes encontrar ninguna razón, o si tu razón es hacerlo porque otras personas lo quieren… Entonces será muy, muy difícil mantener las cosas en el camino y encontrar la motivación.
Así que, cierra los ojos e imagínate… Imagina que ya has alcanzado esa meta. Imagina el sentimiento, los pensamientos o cualquier otra cosa relacionada con ese escenario. Esto te recordará que realmente quieres esto + exponer ese particular POR QUÉ deberías empezar y seguir trabajando en tu objetivo.
3) Establecer un plan de acción
Hagas lo que hagas, lo que quieras lograr, haz primero un plan para no perder la motivación mientras intentas pensar en qué hacer después.
Haz una lista de los detalles de cada paso y lo que crees que debería pasar cuando llegues a ese paso en concreto. Además, documenta constantemente tus progresos porque cada vez que taches algo de la lista, sentirás una ola de satisfacción y motivación para trabajar aún más duro.
4) Fomentar los pensamientos positivos tanto como sea posible
Cuando se trata de mantenerse motivado, los pensamientos positivos son una necesidad. Sentirse deprimido lleva a pensar que no eres lo suficientemente capaz, o que tu objetivo no es importante, pero TIENES que superarlo.
Nunca debes abandonar tu objetivo después de unos pocos intentos fallidos, a menos que este objetivo se haya vuelto completamente irrelevante para ti. Si todavía es lo que quieres, deja de herirte con pensamientos negativos y decide que mañana lo harás mejor – y hazlo.
5) Las recompensas son increíbles… y necesarias
Para mantener la motivación, es imperativo recompensarse por cada paso exitoso. Un pequeño momento de alegría puede hacer maravillas en todo tu estado de ánimo.
Recuerde siempre que ofrecerse una recompensa no implica que esté haciendo una pausa en su objetivo. Es más bien una forma de recargar las baterías y avanzar con inspiración.
Si las pequeñas recompensas no te motivan en absoluto, establece una gran recompensa por hacer varios logros. Asegúrate de que es algo que realmente quieres, de lo contrario no te motivará lo suficiente como para ser consistente.
Puede tomar algún tiempo pensar en algo lo suficientemente bueno para mantenerte tan motivado, pero realmente vale la pena.